ANEP rindió merecido homenaje a Juan Rafael Mora Porras

El acto que dio comienzo a las 10:00 a.m. en el monumento a Juan Rafael Mora Porras, en las inmediaciones de Correos de Costa Rica, inició con un discurso de Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP, quien recordó a los presentes lo importante que fue la gestión presidencial de Porras, para el desarrollo y crecimiento del país; así como la gesta de 1856 que hecho a los invasores filibusteros quienes deseaban apoderarse del territorio costarricense.

Conforme avanzó el homenaje, las personas que transitaban por las inmediaciones de Correo de Costa Rica detenían su transitar por la capital, para unirse al reconocimiento para el Héroe Nacional y elevar un aplauso al cielo en agradecimiento a las gesta de “Don Juanito”, como lo llamaban muchos cariñosamente.

Las notas del Himno Nacional de Costa Rica fueron entonadas, al pie del monumento de Juan Rafael Mora Porras, dos niños entre 6 y 8 años, que se acercaron a presenciar el acto conmemorativo, cantaron el himno de forma perfecta y con gran fervor, dándole más emotividad al reconocimiento a este hombre que dio todo por nuestro país.

Posteriormente, Walter Quesada, Secretario Adjunto de la ANEP, puso el color a la actividad con sus ya tradicionales bombas y retahílas, que en esta ocasión fueron dirigidas a la figura de “don Juanito”.

Recordemos que don “Juanito Mora”, está declarado como Héroe Nacional y Libertador de la Patria; que muchos pensamos que es el más importante presidente de toda la historia republicana costarricense; que mucho de nuestra fuente inspiradora en cuanto a la acción sindical-social que realizamos, es de corte “morista”.

¡Recuperemos el legado de Juanito Mora Porras: Soberanía, Justicia Social y Paz!

La Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), es un agrupamiento de entidades de la sociedad civil costarricense, que está en construcción. Se trata de un espacio institucional abierto para la inclusión de organizaciones sindicales, laborales, profesionales, productivas, cívicas, ecológicas, ecuménicas, patrióticas, de mujeres, estudiantiles y de otra naturaleza que coinciden en la lucha por la justicia social, por el desarrollo de la democracia y por la igualdad. La Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), está inscrita en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y funciona a plenitud legal según el Estado de Derecho vigente en el país. La CSJMP lleva el nombre del ilustre patriota, Expresidente de la República de Costa Rica y hoy Héroe Nacional y Libertador de la Patria, don Juan Rafael Mora Porras (Juanito Mora), lo cual implica una gran responsabilidad política, ética, moral, de honrar su legado.

*La figura de Juanito Mora
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Tal la figura de Don Juan Rafael Mora Porras “Don Juanito” como se le llamaba cariñosamente. Nacido en humilde cuna en el año 1814. Sus papás eran Camilo Mora Alvarado y Benita Porras Ulloa.

Desempeñó la Presidencia de la República en dos ocasiones. La primera fue en 1849 y durante esa administración construyó la Fábrica de Licores, la Universidad de Santo Tomás y el Palacio Nacional, que por años fue la sede del cuerpo legislativo.

Durante su administración, el ingeniero Nicolás Gallegos levantó el primer plano de la ciudad de San José.

También logró el establecimiento de la primera diócesis de Costa Rica el 1° de mayo de 1850, una vez que España reconoce nuestra independencia.

En 1853 fue reelecto Presidente. Mejoró la carretera de Cartago a Puntarenas, vía que contribuyó a acelerar el desarrollo económico del país. Se vio obligado a afrontar la Guerra de 1856, mejor conocida como la Campaña Nacional contra los filibusteros norteamericanos, para expulsar al invasor Willian Walker del territorio centroamericano. El grupo jefeado por don Juan Rafael resultó vencedor.

A pesar de la oposición y el boicot de los socios locales del filibusterismo, la Campaña Nacional fue una guerra necesaria para derrotar al enorme poder filibustero que amenazaba la estabilidad política y la libertad de Costa Rica y Centroamérica.

Esa guerra se ganó gracias a la valentía de un pueblo que creyó en la capacidad de un gran gobernante: Juan Rafael Mora Porras. Él antepuso los valores patrios en perjuicio de sus propios intereses empresariales y de clase.

Mora ganó así un sitio de honor en la memoria patria, acreedor de la gratitud de su pueblo.

Ratificó el tratado Cañas-Jerez, el 15 de abril de 1858, en el que se fijaron los límites entre Costa Rica y Nicaragua.

A principios de 1859 fue reelecto para un tercer período, pero el 14 de agosto de ese año fue derrocado por los cuarteles de San José, quienes lo obligaron a dejar el poder y salir del país.

Convencido por sus amigos y pensando que al llegar a Costa Rica se efectuaría un levantamiento general a su favor, Mora desembarcó en el puerto de Puntarenas en setiembre de 1860, en compañía de algunos de sus parientes y partidarios. El gobierno de Montealegre envió una fuerza militar a Puntarenas, que después de un sangriento combate en La Angostura logró vencer a los moristas. Mora fue apresado y consejo de guerra lo condenó a muerte. Fue fusilado el 30 de setiembre de 1860 en Puntarenas junto al General Cañas, quien también batalló en la Campaña Nacional. Sus restos descansan en el Cementerio General de San José.

Principales logros de su gobierno
• Fortaleció la actividad cafetalera
• Inauguró el sistema de alumbrado público en 1851
• Construyó el edificio de la Universidad de Santo Tomás
• Construyó la Fábrica Nacional de Licores.
• Durante su gobierno, Manuel María Gutiérrez compuso la música del Himno Nacional en 1852
• Se creó la diócesis de Costa Rica en 1850
• Se firmó el tratado Cañas-Jerez en 1858
• Estimuló el establecimiento de bancos en 1857
• Estimuló el desarrollo de Guanacaste
• Dirigió heroicamente la Campaña Nacional contra los Filibusteros

En los momentos actuales y más que nunca, es importante que los costarricenses exijamos de nuestros gobernantes y dirigentes, actuar en sus funciones de manera diáfana, clara, y libre de todo interés que no sea para el bienestar de sus gobernados; tal actitud parece risible, fuera de toda proporción. Sin embargo echando un vistazo a nuestra historia patria, hemos encontrado siempre hombres que han dado de sí lo mejor en beneficio de su pueblo. Esta actuación se ha visto materializada y matizada las más de las veces de heroísmo, sacrificio y humildad.

*Primera proclama de Juan Rafael Mora Porras *

“San José, noviembre 20 de 1855”

El Presidente de la República de Costa Rica, a todos sus habitantes:

Costarricenses:

La paz, esa paz venturosa que, unida a vuestra laboriosa perseverancia, ha aumentado tanto nuestro crédito, riqueza y felicidad, está pérfidamente amenazada.

Una gavilla de advenedizos, escoria de todos los pueblos, condenados por la justicia de la Unión americana, no encontrando ya donde hoy están con qué saciar su voracidad, proyectan invadir a Costa Rica para buscar en nuestras esposas e hijas, en nuestras casas y haciendas, goces a sus feroces pasiones, alimento a su desenfrenada codicia.

¿Necesitaré pintaros los terribles males que de aguardar fríamente tan bárbara invasión pueden resultaros?.

No; vosotros los comprendéis; vosotros sabéis bien qué puede esperarse de esa horda de aventureros apóstatas de su patria; vosotros conocéis vuestro deber.

¡Alerta pues costarricenses! No interrumpáis vuestras nobles faenas, pero preparad vuestras armas. Yo velo por vosotros, bien convencido de que en el instante del peligro, apenas retumbe el primer cañonazo de alarma, todos, todos os reuniréis en torno mío bajo nuestro libre pabellón nacional.

Aquí no encontrarán jamás los invasores, partido, espías ni traidores. ¡Hay del nacional o extranjero que intentare seducir la inocencia, fomentar discordias o vendernos! Aquí no encontrarán más que hermanos, verdaderos hermanos resueltos irrevocablemente a defender la patria como a la santa madre de todo cuanto aman y a exterminar hasta el último de sus enemigos.

*Segunda Proclama del Presidente Juan Rafael Mora Porras
San José, marzo 1° de 1856.*

COMPATRIOTAS:
¡A las armas! Ha llegado el momento que os anuncié. Marchemos a Nicaragua a destruir esa Falange impía que la ha reducido a la más oprobiosa esclavitud. Marchemos a combatir por la libertad de nuestros hermanos.

Ellos os llaman, ellos os esperan para alzarse contra sus tiranos. Su causa es nuestra causa. Los que hoy los vilipendian, roban y asesinan, nos desafían audazmente e intentan arrojar sobre nosotros las mismas ensangrentadas cadenas. Corramos a romper las de nuestros hermanos y a exterminar hasta el último de sus verdugos. No vamos a lidiar por un pedazo de tierra: no por adquirir efímeros poderes; no por alcanzar misérrimas conquistas, ni mucho menos por sacrílegos partidos. No, vamos a luchar por redimir a nuestros hermanos de la más inicua tiranía: vamos a ayudarlos en la obra fecunda de su regeneración, vamos a decirles: Hermanos de Nicaragua, levantaos: aniquilad a vuestros opresores. Aquí venimos a pelear a vuestro lado por vuestra libertad, por vuestra patria. Unión, nicaragüenses, unión. Inmolad para siempre vuestros enconos; no más partidos, no más discordias fraticidas. Paz, justicia y libertad para todos. Guerra sólo a los filibusteros.

A la lid pues, costarricenses. Yo marcho al frente del ejército nacional. Yo que me regocijo al ver hoy vuestro noble entusiasmo, que me enorgullezco al llamaros mis hijos, quiero compartir siempre con vosotros el peligro y la gloria. Vuestras madres, esposas, hermanos e hijos os animan. Sus patrióticas virtudes os harán invencibles. Al pelear por la salvación de vuestros hermanos, combatiremos también por ellos, por su honor, por su existencia, por nuestra patria idolatrada y la independencia hispanoamericana.

Todos los leales hijos de Guatemala, El Salvador y Honduras, marchan sobre esa horda de bandidos. Nuestra causa es santa, el triunfo es seguro. Dios nos dará la victoria y con ella la paz, la concordia, la libertad y la unión de la gran familia centroamericana.

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