Ecologistas contra el TLC

_ Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna._
________________________________________________________________

Una impresionante y amplia gama de organizaciones ecologistas de todo el país, han analizado conjuntamente, con seriedad y responsabilidad, las implicaciones negativas que tendrá el denominado tratado de “libre” comercio (TLC), para nuestro país; en campos tan sensibles para la vida como el agua, la biodiversidad, la propiedad intelectual, los recursos marinos costeros, la agricultura y la seguridad alimentaria, los bosques, la minería y el petróleo.

El Foro Ambiental “No al TLC”, que es la coalición de las organizaciones ecologistas que se han unido para luchar contra dicho “tratado”, indican que éste coloca al país “en un estado de indefensión absoluta frente a los intereses de los inversionistas extranjeros” al imponer la cláusula de “trato nacional” para los mismos.

Además, dicen los y las ecologistas de Costa Rica, que el TLC y el libre comercio amenazan el agua, al poner en riesgo su régimen de propiedad, la legislación y la institucionalidad que favorece el control público y la participación ciudadana en la gestión del recurso hídrico.

Advierten también que “el TLC amenaza el acceso, la cantidad, calidad y continuidad del servicio público del agua, el cual quedaría en riesgo de ser concesionado y privatizado en manos de empresas transnacionales”. Nos alertan que el agua envasada es considerada una mercancía en el marco de dicho tratado, lo que impulsará el negocio de la exportación del agua sin posibilidades de regulación.

El agua como mera mercancía, no como servicio público vital, es algo totalmente perverso. Y tiene lógica que nuestro recurso hídrico haya sido entregado en ese TLC, pues Costa Rica tiene “una cantidad de agua que la desean muchos países, un potencial hídrico innegable”. Así lo dijo la señora Jacqueline M. King, experta en temas hídricos quien recientemente vino al país y que es investigadora de la Universidad del Cabo, Sudáfrica.

Esa enorme cantidad de agua que tenemos los y las costarricenses, está asociada a la gran riqueza que representa nuestra biodiversidad, la cual es un 5 % de la que hay en el planeta, pese a la pequeñez de nuestro territorio geográfico.

Pues bien, el Foro Ambiental “No al TLC”, también nos ayudó a entender la naturaleza del peligro del TLC en este campo. El TLC podría convertir la biodiversidad en mercancía. La diversidad agrícola se convierte en mercancía y los derechos de los agricultores son violentados, cuando se posibilita la exigencia de propiedad intelectual sobre variedades de plantas, estableciendo patentes sobre las mismas.

Otro ámbito de impacto de ese TLC, perverso, ateo y anticristiano, es que perpetúa la entrega del atún, que es el recurso marino de mayor importancia económica del país y consolida los privilegios que otorga la ley de pesca y acuacultura a las pesqueras transnacionales. Con ese TLC hay apertura total del mar territorial, zona que en la actualidad es privilegio de los pescadores artesanales nacionales, condenándolos a su desaparición.

Gracias, compañeros y compañeras ecologistas por alertarnos en los enormes peligros del TLC para nuestra agua, para nuestra biodiversidad, para nuestra riqueza marina, para nuestra agricultura y seguridad alimentaria; entre otros ámbitos del productivo análisis del tema ambiental en el TLC que estos grupos sociales hicieron, responsablemente.

Dejar una respuesta